Silvia Calmejane

Nacida en 1965, Silvia Calmejane estudió modelado en vivo, acuarela y pintura al óleo en París. Silvia Calmejane decidió dedicarse a la pintura después de «sus años de pub», de los que aún podemos encontrar algunos recuerdos en su obra. Rápidamente se liberó del dibujo académico para buscar el dibujo automático, como existe la escritura automática. Una pintura espontánea e instintiva. Como zurda descontenta, su mano izquierda se impone rápidamente con más libertad, la línea es más fuerte y más fiel a lo que quiere expresar. Rápidamente abandona el lienzo para encontrar un soporte de madera que le convenga, en el que el collage, la pintura acrílica y el plexi que intervienen en su obra emergen con mayor facilidad, cuando por fin da voz a su naturaleza: la escritura en espejo. Hoy invierte su espacio en sus propios hitos, contándose un poco a sí misma cada vez que deja una pieza del puzzle en cada cuadro o tótem, dejando discretamente alguna huella de su historia. La obra de Silvia Calmejane se inspira en el Art Brut de Jean Dubuffet, pero también en su visión artística, el arte de no reproducir: «... Yo diría que el arte sólo empieza con el mal dibujo, que dibujamos peor y que más aportamos creativamente». Esta visión no le impide admirar a Klimt o Egon Schiele, Matisse y Picasso, pero se encuentra con la obra de Combas, Basquiat, Villeglé, Rauschenberg....